El sector de Consumo masivo en Colombia es uno de los grandes motores de la economía nacional. Su relevancia radica en que abarca productos indispensables en la vida diaria de los consumidores, como alimentos y bebidas, artículos de cuidado personal y del hogar, que llegan a millones de personas a través de cadenas de retail moderno, mayoristas, tiendas de barrio y más recientemente, canales digitales.
Este dinamismo, que combina una alta competencia y una constante necesidad de innovación, se traduce en un gran reto para las organizaciones del sector, que deben responder con rapidez a las exigencias del mercado, mantener la productividad y al mismo tiempo, garantizar experiencias positivas para sus colaboradores.
De igual manera, el sector se caracteriza por la coexistencia de diferentes tipos de empresas: grandes multinacionales, compañías nacionales con presencia sólida en el mercado local y pymes con propuestas especializadas. Todos estos actores comparten la necesidad de adaptarse a un entorno marcado por la inflación, la variación en el poder adquisitivo de los hogares y los cambios en los hábitos de consumo.
Al mismo tiempo, la transformación digital ha generado un cambio estructural en la manera como las organizaciones diseñan sus procesos, con un mayor énfasis en la analítica de datos, el comercio electrónico y la gestión omnicanal. Todo esto configura un entorno que exige gran agilidad en la toma de decisiones y en consecuencia, un liderazgo capaz de inspirar y acompañar equipos diversos.
Retos y oportunidades del sector
Las demandas del mercado y la alta competitividad se ven reflejadas en la presión por la eficiencia y la velocidad, lo que puede convertirse en un factor de desgaste si no se cuenta con procesos claros y liderazgos sólidos. Igualmente, la seguridad y el bienestar integral de los colaboradores cobran gran relevancia, ya que los turnos rotativos, las metas exigentes y el trabajo en campo demandan políticas consistentes en salud ocupacional y prevención de riesgos psicosociales.
A pesar de estos retos, el sector tiene grandes oportunidades de diferenciarse a través de la gestión de su Ambiente Laboral. Las organizaciones que logren poner a las personas en el centro, escucharlas de manera continua y actuar sobre sus necesidades y percepciones, podrán construir entornos de confianza y compromiso.
El diseño de una propuesta de valor segmentada que reconozca las particularidades de todos los colaboradores sin importar su cargo o segmento demográfico, permitirá ofrecer rutas claras de desarrollo profesional y beneficios realmente significativos. Asimismo, el liderazgo cercano se convierte en una ventaja competitiva en mercados altamente exigentes.
Great Place to Work® y el consumo masivo
Para profundizar, nos remitimos a estudios de Great Place to Work® Colombia, con el objetivo de conocer los hallazgos más relevantes sobre la experiencia y percepción del Ambiente Laboral en el sector de Consumo masivo. Esta información se basa en la opinión de más de 15,000 colaboradores en más de 45 organizaciones. Los datos se encontraron gracias a la tecnología analítica Contextual Assessment®, que efectúa valoraciones contextualizadas.
Los resultados ayudaron a identificar cuáles son los factores que más influyen en un colaborador del sector que califica el Ambiente Laboral. Y cómo estos aspectos impactan sus percepciones y los índices de la organización.
Los factores que más influyen, los cuales responden al 64% de la percepción de un colaborador en cuanto al Ambiente Laboral son:
Los de mayor relevancia son:
Comodidad del desplazamiento: este es el factor que tiene mayor impacto. Si bien el 73% de los colaboradores del sector opina que el desplazamiento entre la residencia y el lugar de trabajo es cómodo, es importante poner el foco en el 27% que tiene un desplazamiento incómodo.
Más aún, teniendo en cuenta que los resultados en los índices de las organizaciones de Consumo masivo cambian de manera importante desde los ojos de una persona que tiene un desplazamiento cómodo y una que no lo tiene.
Es evidente que el desplazamiento diario de las personas hacia su lugar de trabajo es un asunto que realmente marca la diferencia. El hecho de que un colaborador tenga un trayecto incómodo, puede marcar su disposición para hacer su trabajo, su actitud, su compromiso, su motivación y el nivel de conexión afectiva que siente con su organización. Si esto sucede todos los días, es muy improbable que la compañía pueda construir una relación duradera con ese colaborador.
Generar estrategias que hagan de los trayectos una mejor experiencia para las personas va a impactar en su bienestar integral y esto se va a ver reflejado en la manera en la que encaran el trabajo, la relación con sus compañeros y sus percepciones de la organización. Lo que en consecuencia va a tener un efecto muy positivo en los índices y resultados.
Antigüedad: la mayor proporción de personas en el sector llevan menos de dos años en su organización, estas representan el 34%. Desde los dos años en adelante, la proporción de colaboradores va disminuyendo progresivamente hasta llegar a un 7%, representado por las personas que llevan 16 años o más en el mismo lugar de trabajo.
Además de ser la mayor proporción, las personas que llevan menos de dos años en organizaciones del sector tienen las mejores percepciones en los siguientes índices:
- Índice del Compromiso
- Índice del Vínculo
- Índice del Ambiente Laboral
- Índice del Liderazgo
- eNPS (qué tanto los colaboradores recomiendan su organización a familiares y amigos)
Cuando se pasa de los dos años los resultados empiezan a oscilar entre los estadios Satisfactorio y Muy satisfactorio, lo que en el papel es un muy buen resultado, pero el reto se encuentra en que los colaboradores perciban una experiencia consistente a lo largo de su trayectoria en la organización.
En este punto recae la importancia de escuchar a los colaboradores para entender que así como sus percepciones, sus necesidades y expectativas también cambian con el pasar de los años.
Formación académica: en el sector se ve de la siguiente manera:
Al entrar a analizar los resultados de los colaboradores en cada una de estas categorías, se evidencia que las mejores percepciones vienen de aquellas personas que cuentan con un posgrado, los que representan el 26% de colaboradores del sector. Esto lo podemos ver en el Índice de la Transacción, del Compromiso, del Vínculo, del Ambiente Laboral y del Liderazgo. Esto demuestra que las experiencias se perciben como mejor resueltas por las personas que están más preparadas académicamente.
Lo ideal sería que los colaboradores que están en los segmentos desde educación básica hasta posgrado sientan que son igualmente valorados, que su trabajo y presencia son equivalentemente significativas. De lo contrario, se hace muy difícil que las personas se sientan “parte del mismo barco” y quieran dar lo mejor de sí para alcanzar objetivos comunes.
Es probable que los porcentajes en cada segmento de la formación académica fluctúen, ya que el 41% de los colaboradores tienen estudios en curso. Lo que demuestra un interés por el aprendizaje y el crecimiento.
A pesar de ser un porcentaje importante y alentador para las organizaciones, también representa un reto, porque se vuelve fundamental que se den las condiciones adecuadas para que las personas puedan desenvolverse cómodamente en lo laboral y lo académico sin comprometer su bienestar, su productividad y el balance con la vida personal.
Yendo a los datos, se hace claro que es un punto que las organizaciones del sector deben fortalecer, debido a que el 14% de las personas debieron interrumpir sus estudios. Si bien puede que no sea responsabilidad de las compañías que los colaboradores no continúen sus estudios, si es importante pensar en cómo se puede ayudar a estas personas.
Auxilios económicos, alianzas con universidades u horarios flexibles pueden marcar la diferencia. La importancia de esto no solo radica en impulsar el bienestar de las personas, los datos demuestran que los colaboradores que interrumpen sus estudios se vuelven más críticos con el Ambiente Laboral y su experiencia en el lugar de trabajo.
En definitiva, el sector de Consumo Masivo en Colombia seguirá siendo uno de los más relevantes para la economía, pero también uno de los más exigentes en términos de gestión del talento. La ventaja competitiva de las compañías no dependerá únicamente de la calidad de sus productos o de su capacidad de ejecución en el punto de venta, sino de la construcción de ambientes laborales basados en la confianza, la cercanía y el desarrollo de las personas.
Aquellas organizaciones que logren integrar la escucha continua, el liderazgo y la capitalización de las oportunidades, estarán en capacidad de generar relaciones perdurables, fidelizar el talento y alcanzar resultados superiores. Desde Great Place To Work® acompañamos a las organizaciones del sector a entender qué dicen sus colaboradores para lograr transformar prácticas en estrategias sólidas, basadas en datos y no en la intuición.