MENU

El Ambiente Laboral: la perspectiva de las mujeres

 El Ambiente Laboral: la perspectiva de las mujeres

En el más reciente informe de Great Place to Work®, "El Informe: El Ambiente Laboral desde la perspectiva de las Mujeres" edición 2023, se reitera que el género no es un factor que influya de forma significativa en la opinión de los colaboradores en Colombia respecto al Ambiente Laboral de las organizaciones para las que trabajan. Aun así, desde esta perspectiva hay aspectos muy llamativos que no podrían ser ignorados, incluso en la formulación de políticas públicas. 

No son pocos los que consideran que la perspectiva de género en informes sociales promueve escándalos de dudosa justificación porque creen que no existe intencionalidad alguna en discriminar a las mujeres y que si la hubiese son eventos aislados y no prácticas institucionalizadas. Esta mirada, comprensible por lo demás, desconocería el peso de la historia y de lo que representa tener a muchos líderes organizacionales que apenas comenzaron a tomar conciencia de estos riesgos después de muchos años de vida laboral.  

El Dane, que produce muchísima información de gran valor, aporta de entrada un dato muy inquietante: la participación de las mujeres en el mercado laboral es un 33% más baja que la de los hombres, lo que hace evidente, desde el arranque mismo, que la economía del cuidado no remunerado la pone en clara desventaja frente a los hombres.

¿Es esto pertinente cuando se habla del Ambiente Laboral dado que hace referencia a personas que no participan de este? Sin duda. El Ambiente Laboral se comienza a configurar en la sociedad misma, con sus logros y oportunidades, porque no somos un ser humano antes de cruzar la puerta de nuestro empleador y otro después de hacerlo. Al trabajo traemos entonces lo que nos alegra y también lo que nos inquieta y esto se ve reflejado en nuestras necesidades y expectativas en relación con el Ambiente Laboral.

Otro dato del contexto y confirmado en las evaluaciones de Great Place to Work®: el porcentaje de mujeres cabeza de familia es un 22% más alto que el de los hombres, lo que pone sobre ellas una exigencia mayor a la de ellos.

Hasta en el transporte que es una variable muy deficientemente resuelta en muchas ciudades y zonas del país, las muestra a ellas teniendo que hacer un esfuerzo mayor. El 59% de los hombres manifiesta tener un viaje cómodo entre su residencia y su lugar de trabajo, mientras que en las mujeres este porcentaje se reduce al 53%. ¿Mala suerte? Poco probable. Esto podría estar mejor explicado por una menor capacidad de escoger el trabajo que se quiere por la menor competitividad asociada a su menor participación en el mercado laboral.

Esto se va pareciendo a una carrera de obstáculos que tendrá en el trabajo, la última vuelta: la probabilidad de que un colaborador de 50 años de edad sea una mujer es un 12% más baja que la que se tiene para un colaborador de 22 años. El lucro cesante de esto es enorme porque la proporción de mujeres con formación profesional es 13% mayor que la de los hombres.

A esto se suma su participación en los diferentes niveles de responsabilidad en la organización. La expresión “techo de cristal” ya no demanda explicación sobre su significado y algunos datos sugieren que el fenómeno existe. Por ejemplo, en personal no jerarquizado las mujeres representan el 48% de la fuerza laboral y en la Alta Dirección, el 42%. Este fenómeno se acentúa más en la Industria donde tan solo son el 35%.

Es obvio entonces que no estamos hablando de sensibilidades injustificadas y por esto analizar los resultados del Ambiente Laboral con una perspectiva de género es más que pertinente. Y es muchísimo lo que se gana en el entendimiento de ellas, cuando una organización se permite ver sus opiniones contrastadas solamente con las de mujeres en otras entidades. Por esto las Naciones Unidas recomiendan esta práctica que ya ha sido adoptada en Colombia por muchas organizaciones.

Enseguida se hará referencia a las opiniones de las mujeres y de los hombres. Por supuesto esto no implica unanimidad sino una forma práctica de sintetizar la que se concluye como representativa de cada uno de estos grupos considerado como un todo.

Los Aspectos Transaccionales

Estos hacen referencia a los que dan lugar a la vinculación con una organización: la compensación, los beneficios y el desarrollo. Cuando se consideran estos aspectos de forma conjunta, las mujeres manifiestan que esto demanda atención en el sector Construcción, mientras que los hombres tienen una apreciación satisfactoria. En este sector entonces, las mujeres encuentran que la propuesta de valor de su empleador no podría considerarse aceptable cómo base de un contrato de trabajo. Este cuestionamiento es impactante.

Cuando se miran todas las actividades económicas, se encuentra que la opinión de las jefas y supervisoras solo podría calificarse de satisfactoria mientras que la de sus pares es muy satisfactoria. 

Frente al Compromiso

Este hace referencia a aspectos que fortalecen el vínculo en un plano distinto al formal: la conexión con la organización, su misión, el trabajo, el líder y el equipo. El estudio encuentra que los aspectos que más resuenan en ellas son la conexión con la misión y el sentido del trabajo.

Se advierte una brecha de género en relación con el compromiso en las firmas de Servicios Profesionales de Apoyo Empresarial. El compromiso de las mujeres está en un nivel satisfactorio y el de ellos en un nivel muy satisfactorio.  

Frente al Ambiente Laboral

Además de los aspectos ya mencionados, el Ambiente Laboral integra todo aquello que es importante para responder a las necesidades y expectativas de los colaboradores.

Las mujeres manifiestan una opinión sensiblemente mejor sobre la Visión, el Desarrollo y el Orgullo de su equipo y de su organización.

Hay dos aspectos que aparecen una y otra vez cómo muy relevantes en la opinión de las mujeres: sentirse en el “mismo barco” y que las personas se preocupen unas por otras. Si para ellas, esto está bien resuelto se tiene una probabilidad muy alta de que el Ambiente Laboral sea percibido de forma muy positiva. Si una centra su mirada en las colaboradoras menores de treinta años, encontraría que para ellas también es muy importante que haya una buena receptividad a sugerencias e ideas.  

Esto es una ínfima parte de los hallazgos del estudio de Great Place to Work®, que podrán orientar sobre aspectos que deben ser tenidos en cuenta. Aun así es necesario tener presente que cada organización es un mundo con sus singularidades. Comprenderlas ya se reconoce cómo algo tan complejo que es imperativo el concurso de metodologías y tecnologías asociadas a la Ciencia de Datos. Sin estas, bien haría en poner en duda muchas de sus conclusiones. 


¿Quieres recibir nuestro contenido?

  • Artículos
  • Eventos
  • Estudios

¡Atención! Este sitio usa cookies y tecnologías similares.

Si no cambia la configuración de su navegador, usted acepta su uso.

Acepto